A veces una va paseando por la desvencijada Regla y se encuentra, así de sopetón, con un pedazo de sí misma, pensaba. Pero eso es harina de otro costal. O ve un reportaje sobre las fotos de
Le cuentan que charlabas largas horas sobre política con su padre a la sombra de la higuera del jardín de tu casa. Ella no se acuerda de nada de eso, duró muy poco y, tal vez, sucedió antes de que naciera. Sólo recuerda que le encantaba que vinieras en Talgo desde París y que trajeras a tu gato, gordo y de nombre francés, y a tu perra pelirroja. Ella pensaba que siempre habías venido en tren, no sabía que ahora lo hacías porque ya no te veías con fuerzas para el Renault 5. Tal vez fueras el primero al que oyó algo de la guerra del ’36. No sabe que edad tendría, pero fue, seguro, antes de los cinco. En tus estanterías y de la mano de tu hija entendió qué era el POUM (Partit Obrer d’Unificació Marxista). Ella solo recuerda que colgabas sus dibujos junto a los de tus nietos en la pared del comedor y que muchos años después todavía llevabas sus garabatos de colores guardados en tu billetera. De eso sí se acuerda. Todavía no sabía todo lo que habías vivido. Tendrían que contárselo algunos años después Xavier Benguerel, Miguel Hernández, Machado… Centelles y Capa.
Aunque nunca terminaste de regresar, porque ya estabas aquí. En el ’36 dejaste la semilla, no te hacía falta volver para saber cómo estaba todo. Ahora ella piensa en lo poco que te vio y en cómo está todo. Te escuchaba y ahora sabe que no entendía nada, pero en un rincón de sus primeros recuerdos están guardadas las visitas fugaces que os hacíamos cada vez que volvíais.
Tenemos el sentimiento de comunicar que el militante del POUM Antonio Roca falleció en Versalles (Francia) el 27 de Octubre del 2008. Tenía 94 años y fue siempre fiel a las luchas y a los problemas de su partido.
Antonio Roca nació en Tarrasa en el seno de una familia obrera. A los 18 años ingresó en el Bloque Obrero y Campesino y se incorporó al POUM en 1935. Tuvo la suerte de militar en una ciudad como Tarrasa y de vivir con militantes de gran valor, como Pere Vigues y Joan Marimón, con los que participo en todas las tareas de su partido.
Cuando estalló