lunes, 6 de octubre de 2008

Retazos de Bosnia-Herzegovina: Kravica

La Republika Srpska (República Serbia dentro de Bosnia) es una de las zonas más empobrecidas del país. Ocupa un 49% del territorio bosnio y en ella habitan mayoritariamente -pero no sólo- serbios. Este es el espacio que después de los acuerdos de Dayton se reservó/impuso -como todas las divisiones del país- con una mezcla de factores entre el autoritarismo y los intereses nacionalistas y/o históricos y económicos, a los bosniacos que se sentían -y se sienten-, serbio-ortodoxos.

Es mayoritariamente territorio serbio y se nota. Aunque las tres comunidades hablan el mismo idioma, aquí los carteles están escritos con el alfabeto cirílico (el que utilizan los serbios) y la zona está salpicada de asentamientos. Son poblados de módulos de madera establecidos a orillas de las carreteras, con las calles -o calle- sin asfaltar y a los que se accede por cañadas o desvíos de arena y hierba. En estos poblados viven los que lo perdieron todo.

De hecho, en Kravica, uno de estos asentamientos, sus habitantes explican que durante la guerra “los musulmanes quemaron el pueblo” y por eso los han tenido que reasentar en esta suerte de favelas nacidas de la guerra. Cuentan también que sólo cinco personas reciben ayudas de la Administración, 40 marcos bosnios (al cambio, 20€) al mes, en calidad y reconocimiento de refugiado de guerra. Estos poblados carecen de los servicios mínimos, no hay agua corriente y la fuente que abastece a todo el pueblo apenas gotea agua helada este verano. Con mucha paciencia una anciana del lugar rellena tres botellas de refresco en la fuente, al lado del río lleno de basura. Más allá los niños juegan y se dejan fotografiar, los más mayores lanzan a cámara el saludo chetnik, con los tres dedos en alza y el pulgar algo encogido. Parece que sólo existen ancianos y jóvenes -muy jóvenes- en este lugar. En la entrada de una casa, una peluquera corta el pelo por unos pocos marcos; en otra, una pareja muy mayor se emborracha con cerveza Jelen (la marca serbia por excelencia), un poco más allá un grupo de mujeres desenvaina judías y sonríe a cámara con los ojos serenos, como sabiendo que esa foto es necesaria. Entonces uno se da cuenta de que aquí las preguntas sólo las pueden hacer ellos. Y ocurre, ocurre el entendimiento con el otro. El milagro del Periodismo.

Collage con imágenes de Kravica


2 comentarios:

Enric Tomàs dijo...

Breve, pero intensa. Gran crónica, as usual.

Rakel dijo...

Hola, me trae muchos recuerdos de alegría y de tristeza, me alegra encontrar una descripción tan clara de la situación, se de lo que hablas porque yo también estube allí, en el verano de 2007.
Y reconozco algunas de estas personas. De ahí mi pena, saber que siguen en la misma situación;y también por aquellos que son nuevos. Mantengo la esperanza de que esa situación se resolverá.Un saludo.