Decía Camus que un modo cómodo de entablar amistad con una ciudad consiste en averiguar cómo se trabaja en ella, cómo se ama y cómo se muere. Antes de
Hoy también se vive, se ama y se trabaja en esta ciudad, pero con menos prisa y más ausencias. La limpieza étnica –la separación por comunidades de
Se trabaja poco y mal pagado en Mostar, e incluso Maja llega a afirmar que hay que sobornar al empresario para ser contratado o poseer muchas influencias para conseguir un trabajo. Ocurre en todo el país. La mayoría del capital está en manos croatas, ya que los bosnio-croatas tienen doble nacionalidad y reciben ayudas del gobierno de
Sin duda, se ama en Mostar. Los matrimonios mixtos eran una realidad en todo el país antes de la guerra. Al fin y al cabo, todos comparten la raíz eslava, pero la jerga del país lleva a calificar de mixto algo que no merecería calificación alguna. En la actualidad, estos matrimonios son la excepción. La chica católica y universitaria afirma que si conociese a una “buena persona” se casaría con él “aunque fuese musulmán”, pero duda de que sus padres lo aceptasen. Y es que la influencia de los que vivieron la guerra todavía pesa mucho sobre sus hijos.
La muerte empieza a aceptarse como algo natural y no impuesto. Apenas ahora comienza a superarse entre un paisaje que la hace presente en cada parpadeo.
1 comentario:
Buena crónica de Mostar, pubelo hermoso donde los haya. Tuve la ocasión de ir allí hace un par de veranos y todo lo que cuentas es tal cual lo dices. Me sorprendió un detalle: en Mostar croata se puede pagar con moneda bosnia y/o croata. Sin duda un ejemplo de que algo no está del todo solucionado.
Otra curiosidad: hace unos años inauguraron en Mostar el primer monumento en homenaje a Bruce Lee. Los motivos se me escapan, pero es así.
¡Fichada!
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