domingo, 10 de enero de 2010

Diario de viaje en diferido: BUDAPEST


Puesta de sol sobre el Danubio, Budapest


Budapest, vinimos buscando tus signos del este y los encontramos confinados en un parque, que más que de la memoria parecía del olvido. Budapest, magnética y radiante bajo la nieve. Budapest, quieres ser una metrópoli y te traiciona tu carácter de pueblo chico, amable y hospitalario. Budapest, ¿de dónde sacas esa atracción que irradias? Budapest, con los vagones de tu metro se podría bajar a la mina sin desentonar y en tus edificios las viejas damas de la realeza bailan un vals con los obreros que le quitaron las botas a Stalin. Budapest, ¿qué escondes bajo tus adoquines? Budapest -con tus florines y tu gulash- si cambias, nos vamos.

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